Columnistas

El Panorama del Dr. Joaquín

Joaquín Guzmán Avilés

Elecciones de Veracruz en riesgo

A pocos días de las elecciones, hay señalamientos contra operadores de Morena que se descararon al preparar abiertamente un operativo carrusel, al lograr robarse boletas de gobernador y senadores. 

La desesperación ha llegado a tal grado que no les importó robarlas de las bodegas del OPLE e incluso de entrar a robar a casas de presidentes de casillas. Este tipo de acciones afectan la confianza del ciudadano en el proceso electoral de Veracruz y en la democracia misma.

Es lamentable que, en lugar de fortalecer la transparencia y el respeto por la voluntad popular, algunos actores políticos opten por estrategias sucias y manipulaciones que no solo deslegitiman el proceso electoral, sino que también desincentivan la participación ciudadana.

Y es que cuando se percibe que las reglas del juego no se respetan, el ciudadano pierde la confianza en que su voto tendrá un verdadero impacto. Este desencanto puede llevar a una menor participación electoral en el proceso del 2 de junio. 

Además, la preparación del operativo carrusel, demuestra un desprecio por el principio de equidad en la contienda electoral. Cada voto debe contar de manera justa y equitativa, y cualquier intento por manipular este balance no solo es reprobable, sino que también constituye un delito grave.

Delito electoral

Empleados de diferentes dependencias y ayuntamientos, han denunciando desde la campaña que los obligaban a apoyar a las candidatas de Morena, pero los morenistas no conocen el descaro, ahora han sido denunciados por la compra anticipada de votos. 

Alcaldes de Morena están utilizando personal y equipo del ayuntamiento para intimidar y presionar a los ciudadanos, lo cual es una práctica deplorable que erosiona los cimientos de la democracia y la integridad del proceso electoral.

Utilizar recursos públicos y la posición de poder para coaccionar a los empleados y ciudadanos constituye una grave violación de los principios democráticos y éticos. Esta táctica no solo es ilegal, sino también inmoral, ya que se aprovecha de la necesidad económica y laboral de las personas, manipulándolas para obtener ventajas electorales.

Cuando los políticos recurren a estas prácticas, demuestran un profundo desprecio por la voluntad popular y por los valores democráticos que deberían defender. Este comportamiento no solo deslegitima a los candidatos y partidos involucrados, sino que también debilita la fe de la ciudadanía en la posibilidad de un gobierno justo y representativo.

Los recursos del estado deben ser destinados al servicio de la comunidad y al bienestar de todos los ciudadanos, no para servir a los intereses particulares de un partido político. 

Es necesario que las autoridades electorales actúen con rapidez y firmeza para investigar y sancionar estas acciones, pues solo a través de una respuesta contundente se puede recuperar la confianza del electorado y garantizar que las elecciones se lleven a cabo de manera limpia y justa. 

La ciudadanía también debe mantenerse vigilante y denunciar cualquier irregularidad para proteger la integridad de su voto.

La democracia es de todos

El 2 de junio, los veracruzanos tienen una cita con la democracia. Hay que salir a votar y no dejarse engañar ni vender su voto. Participar en esta jornada electoral es un derecho y una responsabilidad que les da voz y la posibilidad de influir en el futuro de su estado y del país.

Cada voto cuenta y tiene el poder de marcar la diferencia, por ello es importante que los veracruzanos comprendan la importancia de su participación y rechacen cualquier intento de manipulación o compra de votos. 

El voto les permite a los ciudadanos elegir a sus representantes y a definir las políticas que impactarán sus vidas porque decidirán quiénes serán los encargados de gestionar los recursos públicos, de legislar y de tomar decisiones que impactarán a Veracruz.

¡La fiesta de la democracia es de todos, y cada voto cuenta!