Columnistas

El Panorama del Dr. Joaquín

Por Joaquín Guzmán Avilés

Abusados y abusivos

Veracruz se encuentra a un año y 5 meses de que haya cambio de gobierno y desde ahorita se puede ver a las corcholatas estatales alzando la mano, pero con ello también se ven las presiones que ejercen a los empleados,para que hagan el trabajo de Morena.

Existen quejas de empleados de algunas dependencias, entre ellas de Salud y del Trabajo donde aseguran que los obligan a ir a CDMX cada que hay alguna marcha o manifestación a favor de su partido y quienes se niegan los presionan con correrlos de sus fuentes de trabajo.

Lo malo es que ni siquiera se pueden quejar ante la Secretaría del Trabajo por estos abusos, porque desde ahí los están utilizando para ir a echar porras a la capital del país.

Sin duda, quieren echar mano de la gran plantilla laboral que tiene el gobierno del estado, y utilizarlos para su beneficio político, aunque ello implique que violenten los derechos laborales y civiles de los trabajadores. Pues no sólo los obligan a ir sino que ellos mismos tienen que organizarse, pagar los camiones, sus pasajes, gasolina, casetas, alimentos y todo lo que implique el viajecito.

La preocupación crece ahora que las corcholatas empezaron a moverse para ser tomados en cuenta en el próximo proceso electoral, pues los trabajadores temen que los obliguen a ir a sus eventos políticos, aunque no simpaticen con ninguno de ellos. 

En este caso la autoridad electoral, debería de vigilar de cerca a los aspirantes y precandidatos que ya se están moviendo, para que no utilicen no sólo el recurso del estado, sino al personal para motivos electorales y partidistas. 

Todo esto es una clara muestra del abuso de autoridad, pues intimidan a los empleados de gobierno para que apoyen a las corcholatas aunque no quieran. Desafortunadamente los trabajadores están atados de mano y no pueden hacer nada, porque todo aquel que se atreva a rezongar, es despedido aunque no haya justificación legal alguna, pues los motivos se los inventan para poder correr a los disidentes.

Sin embargo, todos estos abusos serán cobrados por el electorado durante el próximo proceso electoral, puesto que los empleados tienen familia, esposas, hijos, padres y hermanos que votan y pueden cobrar en las urnas estas acciones abusivas. 

Es necesario que las autoridades correspondientes actúen, y no se hagan de la vista gorda ante estos actos de injusticia que privan de la libertad de expresión y de ejercer una democracia auténtica en nuestro estado. 

Si a nivel nacional ya se logró una medida cautelar para que “ya saben quien” no hable de los procesos electorales por 290 días, en Veracruz se deben hacer valer los derechos laborales, para que los trabajadores no apoyen a quienes no quieren apoyar, sino que tengan el derecho se poder expresarse fuera de sus horarios de trabajo por quienes ellos quieran.