Columnistas

El Panorama del Dr. Joaquín

Joaquín Guzmán Avilés

La gran prueba del nuevo gobierno en Veracruz

Con la llegada del nuevo gobierno encabezado por Morena, Veracruz se encuentra nuevamente en una encrucijada; la gobernadora Rocío Nahle presentó a los secretarios de despacho que la acompañarán en los próximos seis años, cada uno con la responsabilidad de enfrentar los múltiples desafíos que aquejan al estado. 

Sin embargo, asumir el cargo no es suficiente; es el momento de actuar y demostrar que se puede gobernar con responsabilidad, eficacia y, sobre todo, resultados tangibles.

Durante la administración saliente, los problemas de Veracruz no solo se mantuvieron, sino que, en algunos casos, se profundizaron. 

La estrategia de culpar a los gobiernos anteriores por cada carencia fue la constante, mientras que las soluciones brillaron por su ausencia. 

Este nuevo equipo no puede permitirse seguir ese camino; los veracruzanos esperan líderes que enfrenten los retos con valentía y que no utilicen el pasado como excusa para la inacción.

El panorama no es alentador: inseguridad, crisis económica, rezagos en salud, conflictos con el magisterio, deterioro ambiental, carencia de infraestructura, corrupción y falta de transparencia son solo algunos de los problemas que pesan sobre el estado. 

Negar su existencia sería un error fatal y más porque la ciudadanía ya no tolera evasivas ni discursos huecos; exige soluciones reales.

El reto que enfrenta Rocío Nahle y su equipo es enorme; este gobierno debe asumir la responsabilidad de construir una agenda sólida que atienda las demandas de los veracruzanos. 

Pero más importante aún, deben demostrar con hechos que tienen la capacidad de ejecutar cambios profundos y duraderos.

La oportunidad de marcar un cambio histórico está sobre la mesa. La pregunta es: ¿estarán a la altura del desafío? Por el bien de Veracruz, esperemos que sí.

¿De qué queremos que Veracruz esté de moda?

La reciente declaración de la nueva administración sobre «poner a Veracruz de moda» despierta expectativas, pero también cuestionamientos. 

El estado tiene una riqueza cultural, histórica y natural digna de ser promovida en los reflectores nacionales e internacionales, sin embargo, para lograr que Veracruz destaque de manera positiva, es imprescindible atender los problemas que más afectan a su población, siendo la seguridad uno de los temas más críticos.

Actualmente, Veracruz no solo enfrenta desafíos en materia de seguridad, sino que, tristemente, estos se han convertido en una sombra que opaca sus fortalezas. 

Las alertas emitidas por otros países aconsejando no visitar el estado debido a los índices delictivos representan un obstáculo no solo para el turismo, sino para la imagen de Veracruz en general.

Es evidente que la estrategia para «poner a Veracruz de moda» debe ir más allá de campañas publicitarias o eventos atractivos. 

Requiere un compromiso real por construir un entorno seguro, donde los veracruzanos y quienes lo visitan puedan disfrutar sin miedo. Invertir en mejores estrategias de seguridad, fortalecer las instituciones y priorizar la tranquilidad de la población no es solo una necesidad, sino la base sobre la cual se puede edificar una nueva reputación para el estado.

Porque, al final, de nada sirve que Veracruz brille si su esencia se ve opacada por los titulares negativos que, lamentablemente, siguen resonando. 

Más que de moda, Veracruz merece ser un ejemplo; no un lugar que la gente tema visitar, sino uno que inspire orgullo y admiración por las razones correctas.