Columnistas

El Panorama del Dr. Joaquín

Joaquín Guzmán Avilés 

Coatzacoalcos bajo fuego

Los recientes hechos violentos en Coatzacoalcos, donde la delincuencia incendió dos restaurantes, son un reflejo de la inseguridad que se vive y afecta a Veracruz. 

Este acto cobarde no solo afecta a los empresarios de la zona que, con gran esfuerzo, mantienen sus negocios, sino también a la población en general, que sufre las consecuencias de un entorno hostil y peligroso.

Los empresarios han expresado que tienen miedo y es completamente comprensible, porque son víctimas de violencia y cobro de piso, no de ahorita sino de mucho tiempo que los han amenazado y extorsionado, y ello ha ocasionado que  algunos cierren sus negocios y se vayan de la ciudad. 

Sin embargo, lo que se quedan, sufren las consecuencias, no solo son amenazados, sino que pierden sus negocios, en esta ocasión dos fueron quemados y uno de los afectados se ha declarado la bancarrota, incapaz de recuperarse de las pérdidas devastadoras que le dejó el incendio.

Este clima de inseguridad en uno de los municipios más importantes de la zona sur del estado, no solo afecta la economía local, sino que también golpea directamente a la ciudadanía de Coatzacoalcos que ve desaparecer empleos y oportunidades, además de mantenerlos en un estado de constante temor.

La situación actual es un claro indicativo de la falta de eficacia en las políticas de seguridad del gobierno de Morena, pues a medida que su administración se aproxima al cierre, es evidente que la delincuencia sigue ganando terreno en Veracruz, poniendo en jaque la estabilidad y el bienestar de sus ciudadanos. 

La incapacidad del gobierno del estado para garantizar la seguridad está erosionando la confianza de la población y debilitando el tejido social y económico de la región.

Es necesario que las autoridades tomen medidas efectivas para combatir la delincuencia y restaurar la seguridad, principalmente porque la protección de los ciudadanos y el apoyo a los empresarios deben ser prioridades innegociables. 

Lamentablemente, los hechos violentos en Coatzacoalcos son un recordatorio de la urgente necesidad de una estrategia de seguridad contundente y coherente. 

La comunidad no puede vivir bajo el yugo del miedo y la violencia; es momento de que las autoridades actúen con firmeza y determinación para devolver la tranquilidad y la prosperidad a Veracruz.

La injusticia de Totalco

La falta de compromiso de la autoridad estatal para brindar justicia a los deudos de los hermanos asesinados en Totalco por policías de la Fuerza Civil, es una muestra clara de la indiferencia y negligencia que persiste en elsistema de justicia. 

Este trágico suceso ha indignado a toda una población que, con mucha razón, exige justicia, pero en lugar de tomar medidas contundentes para garantizar que estos homicidios no queden impunes, las autoridades han intentado apaciguar el clamor social ofreciendo dinero, becas y otros beneficios materiales que la familia ha rechazado rotundamente. 

La postura de la familia es clara: su único interés es que se haga justicia.

Sin embargo, la decisión de la autoridad de desmantelar la Fuerza Civil y transferir a sus elementos a la Policía Estatal de Seguridad Pública no es más que una maniobra superficial. 

Es «la misma gata, pero revolcada»; esta medida no aborda el problema de fondo: que es la falta de capacidad y profesionalismo de los elementos involucrados, al contrario, premian la incompetencia al reubicar a estos elementos en otra área, creando una falsa apariencia de acción.

Peor aún, no se ha aclarado si los elementos que participaron en los hechos de Totalco siguen activos y esto alimenta la sospecha de que están siendo encubiertos, lo cual es inaceptable. 

La falta de transparencia y responsabilidad en el manejo de este caso solo aumenta la desconfianza y la frustración de la poblaciónde Totalco.

En definitiva, la respuesta de la autoridad estatal es una burla para los deudos y para todos aquellos que claman por justicia, por ello, es necesario que a los responsables se les someta a las consecuencias legales pues solo así se podrá restaurar la confianza y asegurar que actos tan crueles como el de Totalco no se repitan.