El Panorama del Dr. Joaquín
Joaquín Guzmán Avilés
Reestructuración profunda del PAN en Veracruz
En el contexto político de Veracruz, el PAN ha enfrentado importantes retos, algunos de los cuales han sido resultado directo de la falta de liderazgo efectivo en su dirigencia estatal.
Los pobres resultados bajo la actual gestión del Comité Directivo Estatal (CDE) han puesto sobre la mesa la urgencia de una reconfiguración estructural que permita al partido reencontrarse con sus verdaderos principios y con la militancia que lo sostiene.
La propuesta de disolver el actual Comité Directivo Estatal, junto con la Comisión Permanente y el Consejo Estatal, no es solo una respuesta a los malos resultados, sino una necesidad para que el partido pueda sobrevivir y resurgir en un contexto político cada vez más competitivo.
Al transformar la dirigencia estatal en una delegación controlada directamente por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), se abre una oportunidad para que el PAN en Veracruz se reorganice de manera más coherente y orgánica con los intereses de su militancia genuina.
Esta reestructuración no debe verse como una simple medida administrativa, sino como un movimiento necesario para erradicar de raíz prácticas internas que han alienado a los militantes comprometidos y, al mismo tiempo, fortalecer una base que verdaderamente responda a los principios fundacionales del PAN.
La dirigencia actual, atrapada en ineficiencias y probablemente intereses ajenos a las verdaderas necesidades del partido, ha demostrado que no tiene la capacidad para conducir a la organización hacia un camino de éxito.
El PAN, que alguna vez fue símbolo de esperanza y de lucha democrática en México, hoy enfrenta una de sus peores crisis desde su fundación.
Bajo el liderazgo actual, el partido ha perdido rumbo, credibilidad y presencia política, permitiendo que quienes no tienen arraigo en sus principios lo perciban como un proyecto perdido, sin embargo, es precisamente en los momentos más oscuros cuando las organizaciones tienen la oportunidad de resurgir y demostrar su verdadera fortaleza.
Para el PAN, esa oportunidad está frente a ellos, pero requiere una transformación interna profunda; la necesidad de un renacimiento es más urgente que nunca, no se trata solo de presentarse como una opción más en la boleta electoral, sino de resurgir como una oposición fuerte y renovada que encarne los principios fundacionales de Acción Nacional.
El país enfrenta desafíos significativos bajo el actual gobierno de Morena, y el PAN tiene la responsabilidad de ser un contrapeso efectivo, para lograrlo, es necesario que el partido se reorganice desde dentro, dejando atrás los malos liderazgos que lo han llevado a su estado actual.
Los panistas de verdad, aquellos que han trabajado incansablemente con convicción, principios y valores, deben ser quienes guíen este proceso de renovación, pues solo con una base militante comprometida y auténtica, el partido podrá recuperar la confianza de la ciudadanía y de aquellos que han perdido la fe en su capacidad para liderar.
La regeneración interna no es una opción, es una necesidad para que el PAN vuelva a ser percibido como una verdadera alternativa de poder, debe limpiarse de las prácticas que lo han debilitado.
El partido debe dejar de ser visto como una organización en declive y comenzar a proyectarse como la oposición que México necesita: fuerte, renovada y con una visión clara de futuro, pero esto solo será posible si, primero, se logra un renacimiento interno que permita al PAN volver a ser el vehículo de cambio que alguna vez fue.
Una delegación estatal gestionada por el CEN permitiría reinsertar a los panistas que realmente creen en el proyecto, alejando a oportunistas y devolviendo al partido su identidad ideológica.
Este proceso, aunque drástico, sería un paso hacia la regeneración de la vida interna del PAN, permitiendo una reorganización natural que responda a los intereses de sus militantes y a las demandas del electorado.
Es necesario destacar que el futuro del PAN en Veracruz no depende solo de cambios en su estructura formal, sino en la voluntad de sus miembros por revitalizar un proyecto que, si bien ha perdido fuerza en los últimos años, aún tiene la oportunidad de convertirse en una opción real de cambio.