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Temor paraliza a Profepa ante posesión de animales exóticos en la Riviera Veracruzana

Alvarado, Ver., 11-julio-2025.-La presencia de grandes felinos en zonas residenciales de la Riviera Veracruzana se ha convertido en un tema alarmante, no solo por el riesgo que representa para la población, sino también por el temor que enfrentan las autoridades para intervenir. Así lo señaló el activista ambiental y director de Earth Mission Veracruz, Sergio González, quien denunció que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se ha visto rebasada por el poder y la influencia de los dueños de estas especies.

En una transmisión en vivo, González explicó que aunque Profepa tiene conocimiento de quiénes poseen, reproducen y comercializan animales exóticos, muchas veces los inspectores se abstienen de actuar por miedo a represalias. “Estamos hablando de personas que tienen recursos, poder e incluso conexiones peligrosas. No es exagerado decir que pueden desaparecerte si los enfrentas. Es comprensible que los trabajadores de Profepa teman por sus vidas y por sus familias”, expresó.

El activista aseguró que la situación ya se ha salido de control. La compra de un cachorro de león puede rondar los 200 mil pesos, y su mantenimiento implica un alto costo. “La gente que puede pagar eso no es cualquier persona, y muchas veces son quienes también reproducen y venden estos animales sin ningún tipo de regulación”, agregó.

El tema volvió a generar preocupación ciudadana la noche del jueves 10 de julio, cuando cerca de las 11 de la noche se reportó al 911 el avistamiento de un león juvenil en el fraccionamiento El Conchal, específicamente en la calle Concha, entre Abulón y Caracol. Elementos de la Policía Municipal y de Protección Civil desplegaron un operativo en la zona, sin que hasta el momento se haya logrado localizar ni asegurar al animal.

La falta de acción efectiva por parte de las autoridades deja a los vecinos en una situación vulnerable y genera incertidumbre sobre los protocolos de seguridad y protección en estos casos. Para Sergio González, la solución no es solo exigir operativos, sino entender también el contexto de miedo e impunidad que enfrenta el personal de Profepa.

“Como sociedad, debemos exigir justicia ambiental, pero también proteger a quienes tienen el deber de actuar, para que no lo hagan solos ni con miedo”, concluyó.