Ocho meses de derrame petrolero golpean a Arroyo Florido, Coatzintla
***Familias exigen agua limpia y atención médica ante la crisis ambiental
Coatzintla, Ver.-14-septiembre-2025.-Desde enero de este año, un derrame de petróleo afecta a la comunidad de Arroyo Florido, en el municipio de Coatzintla, y pese al paso de ocho meses, la fuga no ha sido contenida. El hidrocarburo ya se dispersó por varios kilómetros del arroyo principal, provocando un fuerte daño ambiental y social.
Los habitantes señalan que el problema ha rebasado sus posibilidades de control, pues a pesar de los intentos por contener la mancha, la contaminación se sigue extendiendo. Piden a Petróleos Mexicanos (Pemex) que realice las labores de limpieza y brinde soluciones inmediatas.
De acuerdo con testimonios de la población, los efectos se notan en el entorno: peces, tortugas y hasta animales domésticos han resultado afectados por el contacto con el petróleo, que también impregna la vegetación y se infiltra en los pozos de agua que abastecen a la comunidad.
La situación se agravó tras las lluvias de agosto, que provocaron que los residuos de crudo se extendieran por el cauce del arroyo, aumentando el riesgo de contaminación en las viviendas y en los cultivos.
En Arroyo Florido habitan 390 personas, quienes aseguran que ya no pueden utilizar el agua del arroyo para sus actividades diarias. Señalan que las manchas oscuras en la superficie del afluente son visibles y preocupantes por el impacto en la flora, fauna y en la salud de la población.
Los pobladores han solicitado con urgencia agua potable para consumo y aseo, así como la instalación de una brigada médica temporal que atienda principalmente a niños y adultos mayores, los sectores más vulnerables ante la exposición al crudo.
Las imágenes compartidas por los vecinos muestran cómo el arroyo luce cubierto por una capa aceitosa y negra, generando alarma no solo en la comunidad, sino en municipios cercanos. La falta de atención, advierten, podría derivar en una crisis sanitaria y social aún mayor.
“Necesitamos que nos manden agua limpia y que revisen a las familias, ya no podemos vivir con este problema”, expresaron los habitantes en un llamado a las autoridades ambientales y de salud.
Hasta ahora, la población continúa en espera de una respuesta efectiva que permita detener el daño ecológico y garantizar condiciones mínimas de seguridad para vivir en esta zona cercana a Poza Rica.




