El Panorama del Dr. Joaquín
Por Joaquín Guzmán Avilés
El pueblo exige democracia
La reciente marcha por la democracia, protagonizada por ciudadanos comprometidos que exigen unas elecciones limpias y transparentes, es un poderoso recordatorio de la importancia de la participación cívica y el respeto por los principios fundamentales de la democracia.
Este acto pacífico refleja el deseo colectivo de la sociedad de garantizar que su voz sea escuchada y que su voto sea libre y significativo.
En un momento en el que la confianza en las instituciones democráticas puede estar en entredicho, esta marcha resalta la importancia de la equidad y la transparencia en el proceso electoral.
Los ciudadanos están enviando un mensaje claro y contundente: exigen un piso parejo para todos los contendientes, donde las reglas del juego sean justas y donde prevalezca el verdadero espíritu democrático.
Es alentador ver a personas de diferentes ámbitos y posturas políticas unirse en una causa común: la defensa de la democracia y la justicia electoral.
Esta marcha demuestra que la ciudadanía está dispuesta a movilizarse y a trabajar en conjunto para construir un sistema político más sólido y representativo.
Es esencial que las autoridades tomen nota del clamor popular y se comprometan a garantizar unas elecciones libres de manipulación y fraude, porque la democracia solo puede prosperar cuando se respeta la voluntad del pueblo y se garantiza la igualdad de oportunidades para todos los candidatos.
De igual forma, esta marcha nos recuerda que la democracia es un proceso en constante evolución y que depende del compromiso y la participación activa de todos los ciudadanos. Sigamos defendiendo nuestros derechos democráticos y trabajando juntos para construir un futuro más justo y equitativo para todos
Hago un llamado urgente a las autoridades competentes para que se mantengan al margen del proceso electoral y eviten cualquier tipo de intervención que pueda sesgar los resultados.
La parcialidad y la neutralidad son fundamentales para asegurar la legitimidad de las elecciones y fortalecer nuestra democracia.
En tiempos de crisis como este, es crucial mantenernos firmes en la defensa de nuestros valores democráticos y rechazar cualquier forma de violencia o intimidación, porque sólo a través del respeto mutuo y la participación activa podremos construir un futuro más justo y equitativo para todos los ciudadanos de Veracruz y México en su conjunto.
Peligro en busca del voto
De acuerdo a un estudio realizado por el Laboratorio Electoral, Veracruz se ubica entre los estados con más violencia electoral con cinco asesinatos en lo que va del proceso.
Según el informe que se presentó sobre “Violencia electoral proceso 2023 – 2024”, los asesinatos se han registrado en Guerrero con 18 casos, Veracruz 5 y Michoacán 5.
Estas agresiones contra políticos en Veracruz, en vísperas de las próximas elecciones del dos de junio, son un claro ejemplo del deterioro de la democracia y el clima de miedo e incertidumbre que se está gestando en nuestra sociedad.
Estos actos no solo atentan contra la integridad física de los individuos, sino que también socavan los principios fundamentales de un proceso electoral justo y transparente.
Es preocupante observar cómo la violencia política se convierte en una herramienta para intimidar y silenciar a aquellos que participan en el ámbito político.
Esta situación genera desconfianza y desaliento entre la ciudadanía, que ya de por sí está cansada de la corrupción y los abusos de poder por parte de las autoridades.
Es imperativo que como sociedad nos unamos para garantizar la integridad de las elecciones. Debemos vigilar de cerca el proceso, denunciar cualquier irregularidad y asegurarnos de que se respeten los derechos democráticos de todos los ciudadanos. Es momento de ejercer nuestra responsabilidad cívica de manera activa y comprometida.