A una década del caso Narvarte, claman justicia ante un crimen que sigue impune
Xalapa, Ver., 26 de julio de 2025.- A diez años del múltiple homicid¡o cometido en un departamento de la colonia Narvarte, en la Ciudad de México, familiares del fotoperiodista veracruzano Rubén Espinosa y de las cuatro mujeres asesinadas junto a él, realizaron una manifestación en la capital para denunciar que el caso permanece sin esclarecerse del todo.
Durante el acto, en el que participaron también organizaciones defensoras de derechos humanos, se exigió que el gobierno federal deje de ignorar las demandas de las familias y se comprometa a reabrir líneas de investigación que, a la fecha, continúan sin explorarse.
Patricia Espinosa, hermana del reportero asesinado, lamentó que a pesar del tiempo transcurrido, el caso no ha avanzado de forma sustancial. Señaló que las investigaciones siguen incompletas, mientras que los posibles autores intelectuales permanecen en libertad.
“Lo que vemos es abandono institucional. Han pasado gobiernos de distintos partidos, y ninguno ha tenido la voluntad de resolver este crimen. Las autoridades ya reconocieron que hay más involucrados, pero no han hecho nada para detenerlos”, declaró.
La familia de Rubén y las víctimas han enviado una carta a la presidenta Claudia Sheinbaum para solicitar una audiencia directa. Su objetivo es claro: exigirle que encabece una política efectiva de justicia en este caso y que se dé seguimiento a las omisiones del pasado.
“Queremos saber si hay voluntad real de esclarecer los hechos. Pedimos una reunión con la presidenta, pero hasta hoy no ha respondido. No hay diálogo, no hay respuesta, y eso es preocupante”, insistió Patricia.
Rubén Espinosa huyó de Veracruz tras recibir am3nazas derivadas de su trabajo como fotoperiodista. Se refugió en la capital del país buscando seguridad, pero el 31 de julio de 2015 fue encontrado sin vida, junto con Nadia Vera, Mile Virginia Martín, Yesenia Quiroz y Olivia Alejandra Negrete.
Nadia Vera, activista veracruzana, también había sido amenazada por su participación en movimientos sociales que denunciaban abusos del entonces gobierno estatal. Tanto ella como Rubén responsabilizaron públicamente al exgobernador Javier Duarte de cualquier daño que pudieran sufrir.
Las familias de las víctimas aseguran que no dejarán de alzar la voz hasta que el caso sea resuelto de forma integral y los responsables, tanto materiales como intelectuales, sean llevados ante la justicia.









