37 años coleccionando productos Coca-Cola; desde 1987 ha adquirido cosas impresionantes

lunes 4 de noviembre de 2024 Carlos Nava

Oscar es vecino de la colonia Homex en la capital del estado donde conserva su enorme colección

4-noviembre-2024.-Oscar Corsa es un apasionado coleccionista de productos Coca-Cola, con una vasta colección que comenzó en 1987. Su interés se despertó al ver un letrero Coca-Cola y un póster en casa de un primo, lo que lo llevó a guardar su primera lata de refresco.

Recuerda con claridad la fecha en que comenzó su colección: el 17 de septiembre de 1987; ese día, comenzó a recolectar latas y otros productos de Coca-Cola, inicialmente enfocado en artículos locales.

Con el tiempo, se dio cuenta de la diversidad de productos conmemorativos que existen, provenientes de diferentes embotelladoras en México y otros países.

Entre sus tesoros, Oscar posee una amplia variedad de artículos, incluyendo botellas de ediciones especiales, miniaturas y productos de festividades como el Día de Muertos y Navidad; ha acumulado aproximadamente 3,000 latas; 2,000 de México y 1,000 extranjeras.

La pasión de Oscar por coleccionar lo ha llevado a establecer contacto con otros coleccionistas a nivel nacional e internacional.

Incluso, hace trece años, se unió a un club de coleccionistas en México y ha intercambiado productos con coleccionistas de países como Portugal, Colombia y China.

La familia de Oscar ha jugado un papel crucial en su afición; su madre y su esposa han contribuido activamente a su colección, buscando artículos de Coca-Cola durante sus salidas. Su hijo también lo apoya, trayendo productos que encuentra en sus actividades.

A pesar de su afición, Oscar ha dejado de consumir el refresco o Coca-Cola hace cinco años aproximadamente, por razones de salud. Esta decisión se tomó tras una apuesta durante un mundial y, posteriormente, por recomendaciones nutricionales.

Oscar le aconseja a quienes deseen iniciar una colección que lo hagan por pasión y no por presión. Recomienda disfrutar del proceso y compartir la experiencia con otros coleccionistas, destacando que el valor de una pieza puede ser tanto emocional como económico.

La historia de Oscar es un testimonio del poder de la pasión y la conexión comunitaria que puede surgir a través de una afición compartida. Su colección no solo refleja un interés por los productos de Coca-Cola, sino también las relaciones y recuerdos construidos a lo largo de los años.