Estado

VIH, enfermedad satanizada e invisibilizada por falta de una cultura de respeto 

El estado de Veracruz ocupa el tercer lugar después del Estado de México y la Ciudad de México con 31 mil 800 casos de VIH, lo cual representa el 9 por ciento de la población total a nivel nacional que padece esta enfermedad, señaló el presidente de la coalición estatal Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI), Benjamín Callejas Hernández.

Mencionó, que esta condición de vida ha sido invisibilizada, se ha satanizado y criminalizado, dado a que no hay una cultura de respeto.

El activista destacó, que tan solo en Xalapa, de acuerdo con los reportes del Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits), casi 10 mil ciudadanos son atendidas en la capital del estado y municipios aledaños que viven en esta situación.

“El reto todavía sigue siendo muy grande, el desafío no solo de los gobiernos ni de los poderes legislativos, judicial, porque se ha criminalizado esta condición de vida, ¿qué es lo que se tiene que hacer? Que el gobierno del estado abra las mesas de trabajo con las y los colectivos para atender esta problemática que es grave”.

Lamentó que, como coalición estatal en este gobierno no han tenido respuesta, a pesar de que han solicitado trabajar en conjunto con el programa estatal para atender el VIH.

“Las cifras son alarmantes en México por ahí nos dice Censida que hay más de 342 mil personas que están infectadas del VIH desde que se dio el primer caso en 1983 y que fue detectado y desafortunadamente más del 40 por ciento de estas personas que tiene VIH muere por no contar con el acceso a algún servicio médico y esto le impide el acceso a los retrovirales”.

Subrayo que del 40 por ciento de los pacientes que fallecen por esa causa, el 20 por ciento no sabe que está infectada del VIH por lo que avanza la enfermedad.

Por lo anterior, aseveró que, si no se atiende este problema de salud pública en el estado, las infecciones van a continuar, pues, aunque desde las asociaciones civiles existe un trabajo de prevención, el Estado no asume su compromiso para dar respuesta.

“Esto es un problema estructural, no solo tiene que ver con la cuestión de la resistencia por las nuevas generaciones a protegerse y usar el condón, en 2022 se disminuyó el presupuesto para atender el VIH y el estado también ha contribuido también en esta parte para no tener campañas de prevención que ayuden de alguna manera atender este problema de raíz y de fondo(…) Tenemos que seguir sumando esfuerzos para que la prevención sea la principal herramienta y arma para combatir el avance de estas enfermedades”.