Columnistas

El Panorama del Dr. Joaquín

Joaquín Guzmán Avilés

Laudos laborales; una sombra sobre el PAN Veracruz

El Comité Directivo Estatal del PAN en Veracruz se enfrenta a una situación que parece una deuda moral y legal: los laudos laborales que han acumulado por el despido injustificado de varios trabajadores. 

Esta situación, que no es nueva, viene arrastrándose desde administraciones anteriores, comenzando con Enrique Cambranis y continuando con Pepe Mancha, quienes despidieron a empleados sin pagarles las liquidaciones que, por ley, les correspondían. 

Aunque el actual dirigente, Federico Salomón, intenta señalar que estos problemas provienen de la administración de su servidor, no se puede ignorar que las raíces de este conflicto se extienden mucho más atrás.

Los laudos recientes, que dictan el pago de los derechos de los trabajadores despedidos, nos recuerdan que la justicia laboral puede tardar, pero eventualmente llega. Es un reflejo claro de que las malas prácticas no se olvidan ni desaparecen por sí solas, sino que se acumulan, esperando el momento en que la ley actúe como catalizador de lo que algunos pueden llamar karma.

Y aunque muchos de los laudos laborales pretenden asociarlos con su servidor,  por tratarse de empleados de mi gestión, no hay que olvidar que fueron despedidos de forma injustificada cuando Federico Salomón asumió la dirigencia, quien optó por despedir a los empleados sin brindarles la liquidación de ley correspondiente. 

Es decir, el ciclo de injusticias laborales  por parte del equipo de Enrique Cambranis a través de Federico Salomón y Pepe Mancha, continuó, reflejando con ello que es un patrón de comportamiento que han mantenido a lo largo de sus administraciones en el PAN. 

En lugar de enfrentar las consecuencias de los despidos injustificados que se han dado, buscan a quién culpar para deslindarse de los laudos laborales; esta estrategia de echar balones fuera para evitar asumir responsabilidades no solo es desgastante, sino que traiciona los valores que el propio PAN promueve en su doctrina, de dignidad a la persona humana, bien común, trabajo, humanismo, responsabilidad social yrespeto al estado de derecho.

Las demandas laborales que hoy en día están ganando los empleados despedidos son más que justas, las personas que, en su momento, entregaron su tiempo y esfuerzo al partido tienen el derecho de ser compensadas conforme a la ley.

En mi propia administración, enfrenté y resolví esta misma problemática pagando a los empleados que ellos mismos habían despedido sin otorgarles su liquidación; asumir esa obligación no solo fue lo correcto, sino que demostró que el respeto a los derechos laborales es fundamental para cualquier líder que se precie de tener principios. 

Es lamentable que, en lugar de aprender de los errores del pasado, la dirigencia actual del PAN en Veracruz siga empecinada en huir de sus deberes, culpando a terceros.

Estos laudos y las demandas laborales nos recuerdan que los derechos de los trabajadores no deben tomarse a la ligera; en una organización política que busca representar a la sociedad, el ejemplo debe comenzar desde casa. 

Por ello, es necesario que los dirigentes del PAN asuman plenamente su responsabilidad en esta situación; la negligencia e ignorancia mostradas por el líder actual ha debilitado la estructura organizativa del partido, dejando al Comité Directivo Estatal (CDE) en una posición vulnerable, pues esta falta de liderazgo no solo compromete la integridad del partido, sino que también afecta en la confianza de sus militantes y simpatizantes.