18-junio-2025.-Con indignación y profunda tristeza, el Consejo Estudiantil del Colegio Preparatorio de Xalapa alzó la voz este miércoles para rechazar la destitución de su director, Luis Manuel González García, decisión tomada por la Dirección General de Bachillerato (DGB) y que consideran injusta, opaca y dolorosa para toda la comunidad educativa.

A través de un comunicado difundido por la tarde, los estudiantes denunciaron que la resolución de cesar al director no solo vulnera su derecho a ser escuchados, sino que también deja al descubierto una preocupante desconexión entre las autoridades educativas y la realidad de quienes viven el día a día en las aulas.

“La integridad de un liderazgo ejemplar fue reducida a un trámite administrativo. Nos sentimos defraudados por un sistema que dice promover la participación y los derechos de los jóvenes, pero que, en los hechos, elige el silencio y la conveniencia política”, expresaron.

González García fue director del turno matutino durante los últimos cuatro años y, a inicios de junio, había sido ratificado en el cargo. Sin embargo, horas después, fue notificado de una investigación administrativa en su contra por un presunto caso de acoso, lo que derivó en su separación. Según padres y alumnos, el trasfondo del caso sería político, pues el docente había expresado públicamente su crítica hacia Morena, el partido en el poder.

Pese a la promesa de una respuesta oficial en 10 días hábiles tras una reunión con autoridades estatales, este 18 de junio se confirmó su destitución. Esta acción encendió aún más el malestar entre los estudiantes, quienes se sienten agraviados no solo por la salida del director, sino por el desdén con que aseguran fueron tratados.

“No defendemos un capricho. Defendemos la dignidad, el respeto y la justicia. Hoy abrimos un nuevo capítulo, uno en el que estaremos más atentos, más organizados y más activos. No daremos ni un paso atrás”, sentenciaron.

Además de exigir la restitución inmediata del profesor, los jóvenes demandaron transparencia en los criterios que llevaron a su cese, así como un compromiso real para que las futuras decisiones respondan al interés educativo y no a agendas políticas.

Hicieron también un llamado a la sociedad civil: “No nos dejen solos, porque hoy somos nosotros, pero mañana puede ser cualquier comunidad escolar, cualquier trabajador honesto, cualquier ciudadano que no se alinee con intereses ajenos al bien común”.

Por ahora, estudiantes y padres de familia se encuentran en análisis sobre las acciones que emprenderán, dejando claro que su lucha no ha terminado. En sus palabras, esta no es solo una protesta: es una defensa colectiva del derecho a ser escuchados y respetados.