Mesa de Redacción
Cuitláhuac fracasa en seguridad
Enrique Yasser Pompeyo
Lo dicho. El gobierno morenista de la autodenominada cuarta transformación que encabeza Cuitláhuac García Jiménez ha fracasado en materia de seguridad.
Si ya los hechos violentos de las últimas semanas en Veracruz habían generado un temor generalizado entre la población, se incrementó con el asesinato de una docente de una escuela primaria de Xalapa, cometido a plena luz del día.
Y para abonar a la indignación de todos los sectores por este crimen, el secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado mostró insensibilidad y falta de empatía al decir que “no por un hecho de un día, vamos a calificar toda la administración”.
Mientras el funcionario habla de cifras y números, otra familia se encuentra de luto.
Y no es un hecho de un día como dice Hugo Gutiérrez, el crimen se suma a una larga lista de asesinatos contra mujeres y hombres que se registran de manera continua en todo el territorio.
Los datos con los que intenta justificar el funcionario que todo marcha bien en la entidad, son datos que aporta la Fiscalía General del Estado, a cargo de Verónica Hernández Giadáns, quien es otra funcionaria que también ha mostrado falta de sensibilidad y de diálogo, pues, como se ha visto, prefiere ser dama de compañía y acudir a eventos que nada tienen que ver con sus obligaciones laborales.
Las familias veracruzanas se encuentran solas y abandonadas a su suerte, porque las autoridades estatales están más preocupadas en hacer política y grilla con miras a la sucesión de 2024.
EL CASO DE INDIRA
En la vida y en el servicio público hay distintas formas de traicionar; el senador Raúl Paz lo hizo en forma cínica, traicionando y abandonando al PAN y entrando por la puerta grande a Morena un día antes de la votación para que las fuerzas armadas continuaran en las calles hasta 2028.
Pero hay otras formas soterradas de traicionar y de bajo perfil; es el caso de la senadora panista, Indira Rosales San Román, quien no acudió este miércoles a esta votación en el Senado de la República.
No hay que pasar por alto que, en esta votación, donde Morena y el propio titular de la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto “compraron” a priistas y panistas, la propia Indira Rosales pudo haber sido un voto menos como “moneda de cambio” con la autodenominada cuarta transformación.
Se decía en los pasillos del Senado que la senadora veracruzana puso mil pretextos para no acudir al pleno; no se sabe si se excusó con el líder nacional del PAN, Marko Cortés, y a saber qué pretexto le dio, y si es de mucha razón su falta, para que no se vea que también recibió instrucción de quien despacha en Bucareli.
¿Acaso la senadora yunista-morenista se vendió por 30 monedas de plata? De cualquier modo, quedó en evidencia su complicidad con Morena, y que las ruedas de prensa de los lunes en el comité estatal contra Cuitláhuac García Jiménez son un guion más en la actuación de la nueva senadora de Morena.
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