Ineptitud administrativa en SESVER profundiza crisis en hospitales sin medicamentos y pone en riesgo la vida de pacientes
***El Director Administrativo, David Zermeño, es señalado por ausentarse de sus funciones
9-diciembre-2025.-La Secretaría de Salud de Veracruz (SESVER) enfrenta una nueva polémica interna provocada por la caótica gestión de la Subdirección de Recursos Humanos, encabezada por la Mtra. Marcela Pozos, y la Jefa del Departamento de Prestaciones Sociales, Mtra. Ana Victoria López Pérez. Dos circulares contradictorias emitidas en menos de 24 horas detonaron confusión en hospitales, evidenciando una cadena de errores que ya amenaza con paralizar servicios médicos.
La primera circular, supuestamente dirigida solo a oficinas centrales, anunciaba cuatro días festivos adicionales en diciembre. Sin embargo, el documento señalaba que las unidades médicas también recibirían esos días “más adelante”, pese a que la instrucción no les aplicaba. La falta de claridad encendió alarmas entre directores de hospitales, personal de recursos humanos y trabajadores.
En un intento de corregir su propio error, las funcionarias emitieron una segunda circular, esta vez dirigida a las unidades hospitalarias, provocando todavía mayor enredo y dejando al sector salud en una situación operativa incierta.
El escándalo no es nuevo: desde hace meses, SESVER arrastra una crisis administrativa generada por la falta de gestión de la propia Ana Victoria López Pérez, quien dejó detenidos más de seis meses los trámites para otorgar los días de descontaminación correspondientes al concepto 30.
Dicho concepto es un derecho laboral que compensa a quienes trabajan en áreas nocivo-peligrosas. Pese a ser un derecho protegido en minutas avaladas incluso por sindicatos, la dependencia tampoco cumplió con su promesa de regularizar los adeudos en la quincena 22. Ahora intenta resolverlo mediante una quincena extraordinaria que no garantiza nada y deja a cientos de trabajadores en incertidumbre.
Mientras tanto, el personal ha acumulado días de descanso no otorgados, lo que puede generar un ausentismo masivo en los próximos días.
La acumulación de días no programados y la incapacidad administrativa para regularlos significa que, en cualquier momento, los hospitales podrían enfrentar, cancelación de consultas y estudios, así como afectaciones en quirófanos, escasez de personal en turnos críticos, demoras en terapias y tratamientos de enfermedades crónica, por mencionar algunas
Todo esto en un sistema que ya opera con falta de insumos básicos, carencia de medicamentos, infraestructura deteriorada y personal agotado.
La inconformidad crece entre el personal de SESVER, que señala que la Subdirectora de Recursos Humanos y su equipo se comportan “como si trabajaran en una oficina cualquiera”, ignorando por completo la operación hospitalaria. La incapacidad para coordinar trámites básicos, supervisar procesos y garantizar derechos laborales ha colocado al sistema de salud estatal en una situación delicada.
“No entienden que esto no es SENER; aquí hay vidas en riesgo”, expresan empleados inconformes.
Incluso las propias funcionarias justifican sus errores acusando a sus subordinados por “trámites mal hechos”, sin reconocer que esos errores provienen de su propio personal, del cual ellas son responsables directas.
La situación se agrava con los señalamientos contra el Director Administrativo, David Zermeño, quien —según testimonios de trabajadores— rara vez está presente, pues acompaña al exsecretario de Salud Roberto Ramos Alor en actividades ajenas a la operación hospitalaria.
Mientras los hospitales enfrentan, estantes vacíos, falta de medicamentos esenciales, equipos descompuestos y déficit de personal
Zermeño aparece en fotografías tocando instrumentos musicales en eventos del grupo Soneros de Puerto Rico, cuyo líder —según se asegura— cobra a SESVER por presentaciones que él mismo autoriza como gasto institucional.
“La dependencia se cae a pedazos mientras la alta administración está de fiesta”, expresan trabajadores que exigen investigaciones internas.
A todo esto se suma un silencio preocupante por parte de los sindicatos, que han evitado confrontar a las funcionarias debido —según denuncias— a que la Subdirección de Recursos Humanos y la Jefatura de Administración de Personal, dirigida por Noelia Lagunes, controlan las plazas que los líderes sindicales buscan asegurar para familiares o allegados.
Mientras tanto, los trabajadores siguen sin recibir pagos del concepto 30, sin días autorizados, sin insumos y sin respaldo sindical.
La crisis administrativa coincide con uno de los momentos más críticos para los servicios de salud de Veracruz: hospitales y centros de salud sin medicamentos, sin material de curación y sin capacidad de respuesta. Pacientes con enfermedades crónicas deben peregrinar entre farmacias en busca de tratamientos, mientras la dependencia enfrenta caos interno sin liderazgo claro.
“Veracruz está de moda”, dicen con ironía los propios trabajadores, mientras la salud pública sigue en caída libre.
