Columnistas

El Panorama del DR. Joaquín 

Por Joaquín Guzmán Avilés

El grito silencioso de los desaparecidos

Los colectivos de desaparecidos en Veracruz se manifestaron nuevamente en el centro de la capital del estado para exigir a las autoridades acciones inmediatas. 

Se quejan de que no hay avances en la identificación de cuerpos y muchos menos tienen apoyos para que puedan ingresar a buscar a sus seres queridos en ranchos dónde se sospechan que hay fosas clandestinas. 

Se trata de madres desesperadas que en el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada salieron a las calles a gritar y emprender hechos que demanden a las autoridades a cumplir con su trabajo. 

Qué triste es ver a padres de familia con el rostro desencajado por la desesperación de encontrar a sus hijos, vivos o muertos, lo que quieres es volverlos a tener en casa o en una tumba para irles a llorar y darles sepultura. 

A pesar de que pasan los años, no se rinden, siguen buscándolos, siguen cavando fosas, siguen caminando, siguen marchando y exigiendo justicia por el crimen de haberle arrebatado a una madre su hijo o hija. 

Para ellos, la esperanza no ha muerto, por el contrario la fe de encontrarlos los mantiene con vida, no les importa estar bajo el sol horas o sacando tierra de una fosa clandestina para encontrar un indicio que finalmente los ayude a encontrar a su sangre, a su esposo, hijo o hija. 

De acuerdo a la Comisión Estatal de Búsqueda al mes registra 200 desaparecidos en Veracruz, y los motivos no son como en ocasiones pretenden hacer ver las autoridades al revictimizar a la víctima y acusarlas de estar involucrados con la delincuencia organizada, se trata de hombres, mujeres que salieron a la calle en busca de un trabajo y jamás regresaron, se convirtieron en una presa más del crimen organizado que se aprovecha de la necesidad de las personas y las engancha con una oferta laboral para después desaparecerlas. 

Lamentablemente, a las mujeres les va peor en este tema, porque no tan sólo sufren las consecuencias de vivir en una sociedad donde la delincuencia organizada hace y deshace sin que pague las consecuencias, sino que también por su condición de género se enfrentan a psicópatas que cometen abusos en su contra y no conforme con ello, las desaparecen. 

Esto ocasiona, que la cifra de desaparecidos aumente en la entidad veracruzana, de acuerdo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la Comisión Nacional de Búsqueda, en Veracruz hay 7 mil 444 casos de personas que desaparecieron sin que a la fecha se sepa sobre su destino o paradero. 

De ellos, 2 mil 435 casos, ocurrieron en los últimos cinco años, es decir el 33 por ciento, siendo los municipios de mayor incidencia, Veracruz, Xalapa y Córdoba. 

Pese a las quejas, la Fiscalía no presenta avance en las búsquedas, ni agiliza las identificaciones de los restos encontrados, esto nos pone a pensar que, vivimos en un país sin empatía por los que sufren, por las familias, por las madres que solo quieren recuperar a sus hijos o lo que queda de ellos.