Alarma por aumento de suicidios en jóvenes: “Necesitamos estar más cerca de ellos”

Xalapa, Ver.- El suicidio entre los jóvenes ha ido en alarmante aumento, y las cifras más preocupantes se concentran entre quienes tienen entre 18 y 23 años. Así lo advirtió el doctor Francisco Aguilar Rebolledo, rector de la Universidad Biomédica Rafael Guízar y Valencia, quien hizo un llamado urgente a la sociedad y a las instituciones para prestar atención a las causas emocionales que están afectando a esta población.

“Los jóvenes hoy en día están buscando salidas desesperadas a los problemas que enfrentan. Muchos no encuentran el apoyo necesario en su entorno familiar o social, y terminan sintiéndose solos, atrapados, sin una guía o contención que los ayude a ver otras posibilidades”, explicó el académico con visible preocupación.

De acuerdo con el doctor Aguilar Rebolledo, las causas que empujan a un joven a quitarse la vida son múltiples: la falta de acompañamiento familiar, la presión por alcanzar metas de forma inmediata, el aislamiento social y la ausencia de redes de apoyo sólidas. “Necesitamos acercarnos más a ellos. Que se sientan escuchados, comprendidos. Muchas veces, lo único que necesitan es alguien que los mire con empatía”, añadió.

El especialista también subrayó que esta crisis no es exclusiva de los jóvenes. Los adultos enfrentan, a su manera, sus propias batallas: la presión económica, la responsabilidad de mantener a una familia en medio de una situación que, pese a la aparente estabilidad que se muestra en los medios, es muy difícil en la realidad. “Cuando el padre o madre no puede generar los recursos que necesita su hogar, también se siente solo, tenso, deprimido… y sin el apoyo adecuado, puede caer en estados emocionales graves”, explicó.

Uno de los aspectos más preocupantes, destacó, es la falta de atención psicológica y psiquiátrica en el país. “Muchos hospitales psiquiátricos han cerrado, y hay instituciones con un solo psicólogo para cientos o miles de personas. Es una realidad insostenible”, denunció.

El rector enfatizó que antes, los problemas emocionales graves se asociaban principalmente con los adultos, pero ahora son los jóvenes quienes más sufren. “Estamos viendo que entre los 18 y los 23 años es donde se concentra la mayor vulnerabilidad. Es una etapa crucial, donde se define mucho del rumbo de la vida… y también donde más necesitan apoyo.”

Finalmente, hizo un llamado a abrir más espacios especializados en salud mental. “Así como creamos unidades para el diagnóstico temprano de enfermedades físicas, debemos generar centros de atención emocional para los jóvenes. No podemos seguir ignorando esta necesidad urgente. La salud mental también salva vidas.”