Columnistas

El Panorama del Dr. Joaquín

Joaquín Guzmán Avilés

Urgente llamado al cambio en la dirigencia del PAN

Las panistas de Veracruz se han quedado perplejos ante el cinismo del dirigente estatal del PAN, Federico Salomón, quien en lugar de aceptar la responsabilidad por los desastrosos resultados de las pasadas elecciones, donde el partido perdió todos los cargos políticos que tenía, Salomón parece decidido a aferrarse al poder. 

Su intento de atrasar las elecciones internas del partido no solo es una maniobra desesperada, sino también una clara señal de que sus intereses personales están por encima del bienestar del partido.

Es preocupante ver cómo Salomón intenta vender una imagen de éxito ante los miembros del PAN, cuando eso jamás sucedió en la vida real, solo en su mente, porque la realidad es completamente opuesta. 

Asegurar que los resultados del pasado 2 de junio fueron positivos no es solo un insulto a la inteligencia de los panistas, sino también una falta de respeto hacia todos aquellos que trabajaron arduamente por el partido y vieron sus esfuerzos desmoronarse.

Este comportamiento refleja una peligrosa desconexión con la realidad y una falta de autocrítica que son vitales para cualquier líder, saber reconocer cuando se pierde para mejorar las estrategias y contrario a ello, Federico Salomón se miente solo e intenta mentirle a los afiliados. 

Ignorar la tormenta que se avecina y no tomar medidas correctivas solo demuestra que Salomón está más interesado en mantener su posición que en rescatar y fortalecer al PAN. 

En momentos de crisis, un verdadero líder debería tener la humildad y el coraje de reconocer sus errores y dar un paso al costado si es necesario.

La dignidad debería ser un pilar fundamental en la política, y en este caso, Salomón debería sentir vergüenza por aferrarse al poder a pesar de su evidente fracaso. 

Es tiempo de que el PAN busque líderes capaces, que realmente se preocupen por el futuro del partido y trabajen incansablemente por su necesarias para evitar caer en un ciclo de derrotas y decepciones. 

El Partido Acción Nacional (PAN) se encuentra en un momento crucial de su historia, y la esperanza reside en que los panistas exijan el cambio y no permitan que las ambiciones personales sigan afectando el futuro del partido.

Mantener en el poder a quienes llevaron al partido a la derrota sería un error catastrófico, pero Federico Salomón, actual dirigente estatal, parece decidido a evitar la convocatoria para las elecciones internas que deberían realizarse en noviembre, sin embargo, es necesario que estas se lleven a cabo sin demora.

La convocatoria para las elecciones internas debe salir en agosto o septiembre, y es crucial que estas elecciones estatales sean concurrentes con las nacionales. 

Esta sincronización permitiría que los panistas decidan de manera unificada y democrática, evitando que los líderes que han llevado al PAN a un mal puerto sigan tomando decisiones en nombre del partido. 

Es el momento de dar voz y voto a las bases, a los verdaderos militantes que desean ver un cambio positivo y significativo en la estructura del PAN.

Federico Salomón ha demostrado, con sus acciones y en su intento de posponer las elecciones internas que es más importante su interés personal por mantenerse en el poder, en lugar de trabajar por el bien del partido. 

Este tipo de liderazgo es perjudicial, los panistas merecen una dirigencia que se preocupe por su futuro, que tenga la capacidad y la visión para revertir los errores del pasado y llevar al partido hacia nuevos éxitos. 

Solo a través de unas elecciones internas transparentes y concurrentes con las nacionales se podrá garantizar que el liderazgo del PAN esté en manos de quienes realmente tienen el compromiso y la capacidad de sacar al partido adelante.

Es tiempo de que los panistas tomen las riendas y exijan el cambio que tanto necesitan. La estabilidad y permanencia del partido depende de ello, no podemos permitir que las ambiciones personales sigan dictando el rumbo del PAN.